Una vez que el podólogo ha visitado a un paciente y ha determinado la necesidad de la realización de una plantilla personalizada, a través de nuestro sistema de escaneo 3D Scan Podoactiva, patentado a nivel mundial, nuestros especialistas del departamento de ingeniería obtienen el molde virtual del pie del paciente. Este archivo, junto con la petición completa, se guarda en el ERP Podoactiva, donde se registran y trabajan todos los procesos de la empresa, configurándose así la orden de fabricación.
Una vez activada esta solicitud, el primer paso es el diseño de la plantilla, que será acometido por el equipo de diseño de Podoactiva. Actualmente lo configuran cinco personas: José Bonet, Daniel Ibáñez, Beatriz Zamora, Enrique Giménez y Toño Vicente, que acumulan la experiencia de más de 30.000 pares de plantillas diseñadas al año en el que supone uno de los procesos más importantes en la fabricación de la plantilla. “Es un trabajo muy importante para el resultado final, ya que somos los primeros que recibimos los datos del escaneo del pie y es el primer eslabón del proceso de fabricación”, explica Toño Vicente.

De la misma manera que un arquitecto proyecta un puente, en Podoactiva diseñamos y probamos virtualmente la plantilla para evaluar su comportamiento antes de fabricarla, incluyendo el cálculo de elementos finitos como parte diferencial de nuestra metodología. “Es una gran precisión, nos movemos en el orden de centésimas de milímetro para diseñar los espesores que puede llevar la plantilla en función de los datos que nos aportan del paciente”, explica José Bonet, el decano del equipo.

Por su parte, Daniel Ibáñez, subraya que “el uso de un software específico para la elaboración de las plantillas supone, sobre todo, una gran ventaja para nuestros pacientes. Las posibilidades que permite nuestro software a la hora de personalizar los tratamientos y adaptar las plantillas a las necesidades y anatomía real son enormes. Además, a la hora de repetir el tratamiento, el software nos permite realizar una copia fidedigna del tratamiento original”.

El trabajo del departamento de diseño es el proceso previo al mecanizado de la base de la plantilla, que se realizará por control robotizado y, con un correcto diseño de la geometría y el espesor adecuado, se asegurará que nuestros pacientes tengan el soporte óptimo, gracias a un trabajo en equipo en el que la coordinación entre distintos profesionales resulta fundamental. “Es muy importante la comunicación entre todos los departamentos puesto que del mismo modo que cada plantilla es única, cada petición de plantilla también lo es –explica Beatriz Zamora-. Entramos en comunicación con el podólogo justo antes del diseño puesto que tenemos que interpretar toda la información que nos llega de él para poder diseñar los elementos que nos pide, y una vez que finaliza nuestra tarea tenemos que estar en contacto con el resto de los compañeros que siguen en esta cadena”.

Un proceso en el que resulta fundamental que podólogos, ingenieros, diseñadores y trabajadores de las áreas de montaje de la plantilla hablen todos el mismo lenguaje, y donde se está en un continuo proceso de incorporación de conocimiento. “Para nosotros la formación es continua, siempre estamos aprendiendo sobre el tipo de diseño, herramientas, sobre todas las cosas nuevas que surgen y sobre los casos que tratamos. A veces en casos complejos vamos a consulta con el podólogo para ver el pie del paciente y entender mejor el tratamiento que estamos diseñando”, dice José Bonet.

“Al final, nuestro objetivo es mantener la tónica de la calidad y la personalización, pero siempre innovando, por ejemplo en el uso de nuevas herramientas que faciliten y perfeccionen el resultado final”, concluye por su parte Enrique Giménez.